Dolor en Galicia

¿Cómo explicar lo que se siente como gallega en un día como hoy? Creo que no hay palabras… La desolación que sentimos la mayoría es inexplicable, sin poder despegar un ojo de los informativos, y el otro de las redes sociales para saber las últimas noticias.

Se ha empañado el día de nuestra Patria, en el que por otro lado podemos sentirnos bien orgullosos/as de lo que somos y cómo somos. Orgullo de ser gallegos/as!

Siento impotencia, de no haber estado donde hace unos meses sería una de las primeras en llegar, de no poder estar con todos/as voluntarios/as y sobre todo apoyando a las familias que tanto lo necesitarán en estos momentos. Pero está claro, que si no estoy, es porque no debía estar y que los profesionales que estén en mi lugar harán lo mejor y todo lo que esté en sus manos, para hacer más cómodos estos momentos de angustia para todo un pueblo.

Por otro lado, cansada de ver cómo unas tras otra se van pasando las autoridades a sacar la foto de turno, después de ver las grandes meteduras de pata de las ultimas horas. ¿Cómo se puede consentir que el gabinete de prensa de un presidente de gobierno utilice la técnica del corta – pega para un comunicado donde se querían transmitir las condolencias hacia SU pueblo, hacia su pueblo natal? No se puede, no se puede consentir! Ni gabinetes de prensa ni nada, en ese momento si hay algo de humanidad en estas personas que se supone «nos representan» deberían de escribir el comunicado casi de su puño y letra, y no hacer estas chapuzas para ocupar una vez más las portadas de la prensa internacional, por ridículos!

Lo que sí es de destacar es que a pesar de recibir los palos constantes que está recibiendo la sanidad y otras administraciones públicas, las personas se han volcado, han cancelado sus vacaciones, aplazado huelgas, han salido de sus casas a pesar de haber sido afectados por los recortes del gobierno… Y están donde deben estar, donde son importantes y donde desempeñan un gran trabajo. Increíble el trabajo de sanitarios/as, bomberos/as, fuerzas de seguridad, protección civil, psicólogos/as voluntarios/as, cruz roja y de los vecinos y vecinas de la zona, de la población en general.

Comenzaba el artículo diciendo que no había palabras y parece que al final unas cuantas me han salido… pero las que más pasan por mi cabeza son: ¡tristeza profunda a la par que orgullo de ser gallega!

Orgullo de ser gallega

Orgullo de ser gallega